La silueta de un bergantín varado, rompe la raya de espuma que blanquea la arena a lo largo de la costa. En el claroscuro del atardecer un horizonte calmo le acaricia los costados. Es una figura fantasmal y rechina levemente al embate de las olas.
Solo el viejo pecio escapa al paisaje de una playa casi infinita. Tiene el esternón partido por el mar. Como un cadáver boca arriba, las costillas negras de brea perfilan siluetas afiladas que cortan el rojo del ocaso. La proa esta enterrada en la línea que separa el mundo del agua y el de las tierras solitarias.
A sus pies y casi en el aire, un timón de roble con herrumbrosos remaches repite un lamento incesante .Es la canción eterna que provocan las ondas de agua moviéndolo de derecha e izquierda, de izquierda a derecha..
Pasa el océano por las bodegas despacio y acariciante. Tres ventanucos de cuadernas rotas filtran la luz hasta las entrañas y donde antes olía a pez y alquitrán ahora solo duermen la espuma y el líquido verde con aroma de salitre.
Un cangrejo sube del agua y otro baja por la cadena del ancla.
El palo de mesana rasga al cielo como el brazo fino y seco de un cadáver. Arriba del todo taladra el éter, porque quiere juntarse con las primeras estrellas. Un poco mas abajo de la punta, cimbrea un jirón de vela que baila incesante una canción con el viento del Este. Si la ráfaga es un poco mayor, el trapo tirita ante su fuerza y cuando el aire amansa se desploma exhausto rozando la madera en busca de una caricia.
La langosta saca sus antenas por el sollado de popa bajo el agua. El último rayo de sol que refulge le toca en la verde coraza. Rápida se retira a su cueva de madera. No es la hora .Ya llegará la negra noche para nadar despacio en el silencio de la arena sumergida.
La cubierta tiene el círculo de un timón oxidado y restos del fanal que antaño alumbró la espuma rugiente vertida por las tormentas. Un cabo suelto, deshilachado, lo azota, y el responde con quejido metálico ante la ofensa. De vez en cuando es capaz de retener a la cuerda, que enrosca sus hilos en la estructura de bronce. Los dos cantan a coro, uno silbante el fanal, otro ronco, el cabo.
Solo falta la figura de un capitán fantasma, de gestos cansados y mirada perdida gritando órdenes envejecidas por el ron. “¡!A sotavento!!”.Esqueletos de marineros con pañoletas rojas, mueven el bergantín por la noche. Salen por las escotas y se apresuran con el aparejo dominando las velas.
Sentado en las jarcias, un contramaestre de color azul juega al solitario con los dados. Su cuerpo, nebuloso como la bruma se difumina en la sombra y cuando gana, el cráneo amarillento ríe enseñándole un diente de oro a la luna.
Por un ojo de buey, las calaveras de dos grumetes le hacen burlas a las olas y si el mar les salpica huyen divertidos hacia las entrañas del buque. De repente el cuarto cañón de babor retumba soltando una bala a las tinieblas. El fogonazo tiñe las velas de blanco y con el resplandor toda la tripulación empieza una vieja canción pirata. Tres viejos marinos desdentados llevan el ritmo golpeando la borda con sus manos de garfio.
En el castillo de popa un timonel de orbitas huecas mantiene el rumbo cantando y sueña que el barco se mueve rápido hacia el Cabo de Hornos.
“!!Cazar la mayor!!”. “Tensar los obenques!!”. Todo oscila entre el crujir de los palos. Arriba. Abajo. Retazos de mar y retazos de cielo estrellado. Arrecia el Levante y el farol de bronce derrama en la noche una luz mortecina sobre las olas. Relatos de bucaneros escapan a la brisa con sórdido lamento. El barco rompe veloz la negrura creando nácar en el agua a golpes de quilla. Todo suave y bronco. Todo tenso y todo suave.
Cuando la primera señal del sol define el horizonte, el capitán ya duerme en un camarote recubierto de algas. Los marinos se escurren hacia el castillo de proa y extienden sus jergones entre caracolas.
El bergantín le cuenta al viento con voz de madera vieja la singladura nocturna.
Una gaviota, expectante, lo escucha desde el cielo, parada en los masteleros.
Relato enviado por Antonio Rodríguez
Gracias Antonio por enviar tu relato ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario