18 junio 2014

'El escritor aficionado' de Antonio Rodríguez

'El escritor aficionado' de Antonio Rodríguez
Cuando llegó su turno el sujeto “C” empezó a leer con parsimonia. La clase en silencio le observaba:
Decía así:
Josefina Sánchez tenia ochenta y dos años a todos los efectos. Es decir, más que bajar, deslizaba cuidadosamente los pies por la escalera cuando iba en busca del pan y la leche de todos los días.
La proeza de comprar una baguette distante 300 Mts. del 3º A, significaba una aventura combinada.

Primero espeleología: Bajar los escalones. Después marcha: Acera, bordillo, paso de peatones, calle cuesta arriba y abrir la pesadísima puerta del comercio. A continuación lucha libre con momentos ocasionales de esgrima: Consistía en conseguir la barra sin que nadie se colara, con levantamiento
de la garrota a la primera intentona. Alcanzado el objetivo empezaba otro fatigoso treaking hasta el portal y para terminar una inacabable sesión de alpinismo hasta coronar la cima del tercero A.
La ergonomía de unas zapatillas a cuadros con las taloneras desgastadas y una protección superior consistente en llevar el dedo gordo asomando por el frente, aquel día pudo con el cuerpo de Josefina. A la altura de la segunda etapa o segundo piso, mientras descendía la maldita escalera, el
bastón se trabó en los huecos metálicos de la barandilla.. Fue como si a un espeleólogo se le soltara la escala. Su silueta describió una curva nada graciosa en el aire y se precipitó en caída libre hasta el rellano del primero.

Amaneció en la UCI impoluta del Gregorio Marañón rodeada de tubos, monitores que hacían “Pip” y con una esplendorosa escayola color blanco brillante desde el hombro hasta donde le alcanzaba la vista. En dos minutos cuadró sus pensamientos recordando el vuelo en picado con aterrizaje forzoso.

Un doctor embatado en verde se le acercó con sonrisa de hielo:
.-Señora ,como se encuentra?.
Josefina respondió con voz apagada .Las palabras le parecían lija en la garganta:
.-Bueno… bien ¿Qué me ha pasado?
.-Ha tenido Vd. un accidente grave.
.-Y que tengo doctor?
.- ¿Quiere saberlo de verdad? Pues mire rotura del fémur a la altura de la cadera, humero derecho astillado, traumatismo cráneo-encefálico leve y contusiones diversas en todo el cuerpo. Tiene para unos tres meses.

Entonces Josefina empezó a reír sin parar, todo lo que se puede reír con un cuerpo hecho trizas.
Le rodearon rápidamente tres enfermeras, dos auxiliares, seis médicos y hasta el jefe de planta se personó en el caso. Se estremecían las escayolas, vibraban los tubos del suero y el monitor emprendió una loca carrera al ritmo de las carcajadas. Mientras que hablaban de un scanner, doble ración de tranquilizantes o un derrame cerebral, la accidentada levantó una mano color mercromina y entre espasmos de risa dijo:

.-Miren Vds., yo me tiré por la escalera. No tendré que bajar para comprar el puñetero pan durante noventa días. Le debo a la portera diecisiete recibos de alquiler que se iban a ejecutar hoy por vía judicial con desahucio incluido.. No los pagaré. El sieso del primero me puso una denuncia cuando le destrocé la puerta a garrotazos por pegarle a mi gato. Mañana el carpintero venia a cobrarme la factura. También se irá en blanco. No tengo hijos ni familiares conocidos, por lo que como nadie me puede acoger, acabaré en un asilo estatal comiendo la sopa boba cuando salga de aquí .Mientras tanto me considero de vacaciones durante tres meses.

Josefina se excitaba contándolo hasta casi sentarse en los ataques de risa.
.-¡!Que cambio Dios mío ,que cambio, soy rica!!.Cama limpia ,comida caliente puesta en la boca, medicinas, silencio por la noche ,calefacción, gente amable que me cuida, que me cambia de ropa y todo gratis. Y en la habitación luego…!!Televisión para ver la novela! ¡ Oiga Dr. serán tres meses de
verdad, eh? No me estará Vd. engañando?.
Unos lloraban, otros reían, el jefe de planta miraba a Josefina como el que descubre que tiene un
marciano por paciente. Poco a poco, cada uno con sus sentimientos volvió al trabajo comentando.
A las diez de la noche la aplicaron un tranquilizante porque los contusionados vecinos de cama empezaban a revolverse en sus vendas ante las risas de Josefina.
El sujeto “C” dio por concluido el escrito y cerró la carpeta.
A los diez segundos el sujeto “A XL” (profesor de relato) dijo:
.-Bueno…como lo veis?.
“B” respondió:.”Esta bien…pero yo creo que le falta profundidad. No deja de ser una anécdota. Por otra parte, quién le trae el resto de la compra?.”
“J” habló a continuación: “Yo no veo el argumento, el final si, pero entre la presentación y lo del hospital está bastante vacío. Yo describiría un poco más la parte intermedia. La de comprar la barra.”
“C” sacó una libretita verde y empezó a tomar notas según hablaban los demás.
“D” dijo :” No se puede tramar una cosa así ,se podía haber matado. No creo que haya nadie capaz
de calcular los riesgos”.
“E” continuó: “Creo que la historia quedaría mejor si fuera un joven con problemas económicos .Lo
veo mas factible”.
“C” Seguía tomando notas ya de manera nerviosa. Sus trazos eran muy rápidos. Casi taladraba el
papel por la presión con el bolígrafo.
“F” prosiguió: “Yo hubiera hecho que la atropellaran en el paso de peatones. Le daría una dinámica
diferente”.
“C” empezaba a revolverse en la silla pero seguía escribiendo atento a la libreta.
Hubo un pequeño silencio.
Entonces “G” dijo: “Yo lo hubiera montado de tal manera que a la abuela la dispararan en un atraco
a un banco”.
“C” quedó inmóvil con la mirada perdida y dijo: “Un momento”.

Dejó la libreta a un lado y se agachó.
De debajo de la mesa extrajo un portafolios negro. Las manos le temblaban ostensiblemente.
Lo abrió con lentitud y extrajo un grueso tomo en cuyas pastas se leía: “Manual del escritor aficionado”.”H” lo cogió con cuidado y notó que los dedos penetraban en el formato por la parte de atrás, como si estuviera vacío. Al darle la vuelta comprobó que en vez de páginas había el molde de
un arma vista en numerosas películas.
No dio tiempo a más. Una ametralladora modelo UZI con silenciador tronaba suavemente en las manos de “C”.Saltaban astillas de la mesa,de las paredes, volaban bolígrafos, bolsos y apuntes y entre el estrépito de las sillas volcándose, todos los presentes iban cayendo al suelo en diferentes
posturas.
Hubo un largo silencio cuando se cortó la ráfaga Entre el humo, solo una botella de espumoso siseaba en el estante de la clase de Enología.
“C” guardó lentamente el libro y la UZI. Cuando tocaba las cerraduras del portafolio se oyó un quejido y un brazo ensangrentado se levantó al otro lado de la mesa con un bolígrafo entre los dedos:
Sonó una voz de ultratumba “Oye “C”…Soy “H”… que a mi me ha gustado mucho..”.
La mano cayó pesadamente mientras “C” cerraba la puerta del aula con cuidado.

Relato enviado por Antonio Rodríguez
Gracias Antonio por enviar tu relato ;)

1 comentario:

Eslibord dijo...

Me ha gustado mucho. No me esperaba tal sucesión de acontecimientos.