Ese lugar se le hizo familiar. Soñó con él alguna noche.
No tenia ningún sentido. No pudo haber soñado con un lugar en el que aun no había estado, no podía ser real. Debía de tratarse de otro sueño. O no.
Quizás ya estuvo allí anteriormente y no se acuerda. Sin embargo, esa vieja furgoneta gris a lo lejos, con esa familiar silueta a sus volantes, ya desaparecida de su vida, no lo corroboraba.
El chico cerró los ojos y siguió creciendo.
Relato enviado por Beñat Vázquez
Gracias Beñat por enviar tu relato ;)
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